CITOLOGÍA (Papanicolau) MONOCAPA: Un mejor diagnóstico en cáncer de cuello de útero
La citología monocapa mejora el diagnóstico en cáncer de cervix.
La “citología”, parte fundamental de la revisión ginecológica, es el método de tamizaje de elección en la detección precoz de cáncer de cuello de útero o sus lesiones precursoras. Debe comenzar a realizarse al inicio de las relaciones sexuales.
Consiste en la toma de una muestra de células de las tres zonas más representativas del cuello uterino, la superficie (exocervix), el orificio de entrada (endocervix) y la porción más interna de la vagina (fondo de saco vaginal), a lo que se llama triple toma. Clásicamente, extendida la muestra en una lámina de cristal (portaobjetos), se envía al laboratorio de anatomía patológica para su examen. A las pruebas que se realizan en el laboratorio es a lo que se llama propiamente “Test de Papanicolau”, si bien este nombre se ha popularizado en muchos medios para dar nombre a la prueba entera incluyendo la toma de la muestra.
La citología monocapa es una técnica que consiste en que, tras la recogida de la muestra de forma similar a como se hace de modo convencional, en lugar de extenderla directamente sobre el cristal portaobjetos, se introduce en un recipiente con líquido conservante. En el laboratorio la técnica difiere del Papanicolau habitual en que, tras una serie de procesos, se filtran las células y se transfieren al portaobjetos en una capa muy fina, cuyo espesor contiene sólo un nivel celular (monocapa), representativa de la totalidad de la muestra. Esto hace que el examen de la muestra sea más fácil que en Papanicolau convencional, en el que el extendido de la misma se hace de forma más burda, con lo que la capa de células es irregular y a veces muy gruesa, lo que hace que no sea posible ver las células de forma individualizada ni con tanta precisión.
Aparte de la evidente ventaja que supone el que su examen sea más fácil, se añade hecho de que siempre quedan células en el recipiente para, en caso de necesidad, poder repetir el extendido, o aplicar otras técnicas de laboratorio que profundicen en el diagnóstico, como por ejemplo la detección y tipaje del virus del papiloma humano (VPH). Esto permite resolver un caso sin tener que volver a citar a la paciente para repetir la toma de la muestra, con la ansiedad que además ello supone.
Otra ventaja es que las células sufren menos distorsión por la presión a que se someten en las extensiones convencionales, y que se eliminan leucocitos, moco, y otras sustancias como restos de medicación vaginal que interfieren la lectura de las muestras.
Con los avances en claridad, fiabilidad y facilidad que aporta el sistema de citología monocapa frente a la citología convencional, parece claro que se mejora la detección de cáncer de cérvix.
Por eso, hace tres años, la Food and Drug Administration (FDA) puso de manifiesto que el nuevo método para elaborar el test de Papanicolau, era significativamente más efectivo que la citología convencional en la detección del cáncer de cuello de útero o de lesiones precursoras en el cérvix.